martes, 18 de septiembre de 2012

93.- UN EXTRAÑO SENTIMIENTO

Un extraño sentimiento me invade, veo el descontento, el desanimo, la angustia y la desesperación. Los niños ya no quieren ser bomberos, las niñas ya no quieren ser princesas. Ahora solo pueden aspirar a ser parados con títulos universitarios bajo el brazo.

Veo a los mayores hablar de otros tiempos. Veo las listas de espera, espera sanitaria, espera laboral, espera educativa, espera desesperada.

Veo a los mismos pagar los platos rotos. Veo  que son los mismos, con diferentes caras, los que los rompen.

Nadie tiene una varita mágica, ni mucho menos una extraña poción arreglalotodo. Veo la media luna, la cruz y la espada.Veo la vieja y la nueva cruzada.


Veo a los lideres mundiales emperrados en tomar una absurda colina, para sentirse poderosos una vez que hayan clavado su bandera. . Veo los intereses de siempre, las mentiras de siempre.

El pueblo está cansado, inundado por ese extraño sentimiento que me inunda a mi. Veo que pronto muy pronto; por alguna estúpida razón,política, religiosa o económica, el mundo volverá a estallar en llamas. Veo la miseria colarse por las rendijas de puertas y ventanas. Veo asomar las garras del hambre por el ojo de las cerraduras. Veo a los buitres carroñeros planear sobre nuestras cabezas, veo a la muerte frotarse las manos.

Me avergüenzo de pertenecer a esta raza que llaman humana. Me avergüenzo de ser hombre, de ser padre y de ser hijo. Me avergüenzo de todo lo que me enseñaron, de todo lo aprendido y de todo lo olvidado. Me avergüenzo del día en que vine a este mundo, y del mundo que voy a dejar a los que vienen.

Puto y extraño sentimiento, que al menos sirvan estas letras para expresar mi lamento.