
En algun lugar una cenicienta llora en silencio,
entre cuatro frias paredes y bajo un humedo techo.
Cansada de bajar la mirada al suelo,
con una daga clavada en su pecho.
Una cenicienta de pelo largo que no pudo soltarse el pelo,
y a pesar de tener alas nunca remontó el vuelo.
Que se agarra a la sonrisa de un recuerdo,
que tiembla al notar en sus manos el roce de unos dedos.
Que se pierde en el mundo de los sueños...
buscando al principe que nunca encontró en el cuento.
3 comentarios:
Por desgracia estoy segura de que hay mas de una...Nos puede parecer dificil dados los tiempos "tán modernos" en los que andamos, pero me consta que algunas cenicientas dejan este mundo con un salto directo desde el de sus sueños, que con frecuencia es el único que han podido conocer.Carol
Hola amigo, muy bueno, solo decir que, aunque con otras connotaciones... también hay cenicientos
En tu linea tio. Un abrazo
Publicar un comentario