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LA VIDA MATA.
Fumar puede matar, las autoridades sanitarias advierten que el tabaco es perjudicial para su salud. Este medicamento puede producir soñolencia, vómitos, diarrea, sarpullío y dolor de güevos. El preservativo puede causar confusión, su uso es como comerse una piruleta con el plástico puesto. El consumo de alcohol puede llevarle a la muerte. Por su seguridad utilice el casco, no podemos conducir por ti …estamos ocupados contando el dinero.
Así todo bien explicadito… y así empezó mi cruzada.
Empecé por el carnicero de mi barrio. Al principio fueron amenazas telefónicas, luego le raje las ruedas de la furgona, rompí los escaparates, lancé botes de gas lacrimógeno cuando tenia el local lleno de clientes…. Hasta que conseguí que en el papel que envolvía mi amado chuletòn de cabeza de lomo con su pringue incluida, me pusiera con un rotulador permanente: “Este chuletòn contiene altos índice de colesterol y es perjudicial para su salud”.
A los estancos y farmacias les deje en paz (de momento), no en vano fueron los precursores de avisarnos de los peligros a los que estamos expuestos.
Luego la tomé con el frutero. Inspirado en nuestros paisanos franceses le reventaba las sandías y melones con la recortá, les pisoteaba las fresas y le volcaba las cajas de naranjas por todo el mercado… hasta que conseguí que en las bolsas de fruta pusiera: “estos productos frutícolas contienen altos índices de pesticidas, lavar con lejía pura y sosa cáustica antes de su consumo”.
Mi guerra particular continuó contra el ayuntamiento… comencé haciendo grafitis en los resbaladizos pasos de cebra. Saboteé las mangueras de los jardineros para que no regasen las rotondas. Introduje los plátanos que mangaba al frutero en los escapes de los autobuses urbanos… hasta que conseguí un bando municipal que decía: “Circular por nuestra localidad es peligroso para su vida y la de los que le rodean”.
Ahora he puesto en el punto de mira a los hospitales en general, y a las salas de parto en particular… y no dejaré cirujano, comadrona, enfermera o ginecóloga sin cabeza hasta que consiga que a todos los recién nacidos, les tatúen en la frente una leyenda que diga: “LA VIDA MATA”.
PD: Que mente mas retorcía tengo coño….
Fumar puede matar, las autoridades sanitarias advierten que el tabaco es perjudicial para su salud. Este medicamento puede producir soñolencia, vómitos, diarrea, sarpullío y dolor de güevos. El preservativo puede causar confusión, su uso es como comerse una piruleta con el plástico puesto. El consumo de alcohol puede llevarle a la muerte. Por su seguridad utilice el casco, no podemos conducir por ti …estamos ocupados contando el dinero.
Así todo bien explicadito… y así empezó mi cruzada.
Empecé por el carnicero de mi barrio. Al principio fueron amenazas telefónicas, luego le raje las ruedas de la furgona, rompí los escaparates, lancé botes de gas lacrimógeno cuando tenia el local lleno de clientes…. Hasta que conseguí que en el papel que envolvía mi amado chuletòn de cabeza de lomo con su pringue incluida, me pusiera con un rotulador permanente: “Este chuletòn contiene altos índice de colesterol y es perjudicial para su salud”.
A los estancos y farmacias les deje en paz (de momento), no en vano fueron los precursores de avisarnos de los peligros a los que estamos expuestos.
Luego la tomé con el frutero. Inspirado en nuestros paisanos franceses le reventaba las sandías y melones con la recortá, les pisoteaba las fresas y le volcaba las cajas de naranjas por todo el mercado… hasta que conseguí que en las bolsas de fruta pusiera: “estos productos frutícolas contienen altos índices de pesticidas, lavar con lejía pura y sosa cáustica antes de su consumo”.
Mi guerra particular continuó contra el ayuntamiento… comencé haciendo grafitis en los resbaladizos pasos de cebra. Saboteé las mangueras de los jardineros para que no regasen las rotondas. Introduje los plátanos que mangaba al frutero en los escapes de los autobuses urbanos… hasta que conseguí un bando municipal que decía: “Circular por nuestra localidad es peligroso para su vida y la de los que le rodean”.
Ahora he puesto en el punto de mira a los hospitales en general, y a las salas de parto en particular… y no dejaré cirujano, comadrona, enfermera o ginecóloga sin cabeza hasta que consiga que a todos los recién nacidos, les tatúen en la frente una leyenda que diga: “LA VIDA MATA”.
PD: Que mente mas retorcía tengo coño….
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