sábado, 21 de mayo de 2011

73.- UNA SOLA VOZ












Por encima de colores y banderas, por encima de fronteras se alzó una sola voz. La voz de los Indignados, la de los hipotecados, la de los necesitados, la de estudiantes y parados, la de niños, jovenes y viejos, la de los desesperados. La voz que pone contra el sentimiento y la pared a los que tienen el poder. La voz de todos... mi propia voz... la voz de la BENDITA REVOLUCION!!!

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5 comentarios:

Luiso dijo...

Que faltica haría que cambiara esto de verdad. Un cambio a mejor que llenara de ilusión a todo el mundo y que quitara el desánimo y la pena a la gente. A la gente que madruga pa ir a trabajar y a la que, desgraciadamente, madruga para no ir a ningún sitio. Cuantos ruteros harían falta en el mundo amigo!!!. Te quiero amigo.

Artus dijo...

Solo espero que esto no pare mañana y sigamos levantado la voz...

ELRUTEROSOLITARIO dijo...

Mañana otra vez a la plaza España a dar por culo con el megáfono.

Mike S. Blueberry dijo...

Como ya soy mayorcito, y he visto lo que ha tardado esta generacíon en dar este mínimo paso, opino que les falta "oeufs", demasiado civilizados, lamentablemente siguen pudiendo pagar las hipotecas y mantener el coche con lo que les pasan su padres jubilados, la indignación de España es la indignación del rico, la de verdad es la de norteáfrica, porque ya no tenían que comer. Y esa es la que empuja a que te de igual si te matan, total que vas a perder. Si no hay sangre jamás habrá cambio, ¿nos atreveremos?

ELRUTEROSOLITARIO dijo...

Tambien soy mayorcito Mike. La indignacion mia es la de ver como la clase politica se rien de mi, de ti y de todos independientemente del partido al que pertenezca. Al menos la gente expresa su voz, sin violencia. Muchas veces tambien pienso en sacar la recortá pero hay demasiados hijos de putas y muy pocas balas. La indignacion mia es haber visto como mi empresa se llevaba seis meses sin pagarme y tras conseguir lo mio luchando solo consigo ver como ahora la empresa de mi mujer lleva cuatro meses sin pagar. Veo como la gerente queda impune y se va al Caribe a relajarse, sin castigo alguno. Es cierto que sin sangre no hay cambio, pero al menos esta vez quiero creer que algo puede cambiar con poner la voz en la calle.