Dice un proverbio africano: “La tierra no la heredamos de nuestros padres; la tomamos prestada de nuestros hijos”
No me gusta lo que hicieron nuestros padres con la tierra prestada. No me gusta lo que estamos haciendo con la tierra de nuestros hijos.
No me gusta ver a nuestros jóvenes confundidos, agarrados a botellones y drogas de diseño, en las garras de la era de la imagen bajo la nube de un futuro incierto.
No me gustan los políticos que miran por mi bien, los que se agarran con uñas y dientes a los votos del poder.
No me gustan las guerras en nombre de la religión, en nombre de la falsa libertad y mucho menos en nombre de algún dios.
No me gusta que unos pocos tengan tanto y que tantos tengan tan poco.
No me gusta pertenecer a esta raza que se vanagloria de escribir páginas de vergüenza en la historia.
No me gusta saber de donde vengo, no me gusta lo que soy, pero me preocupa saber hacia donde voy.
No me gusta esta humanidad ciega y muerta, que piensa que la tierra es nuestra.
...Desde el más oscuro rincón, desde lo más profundo hay una voz que grita:
¡No me gusta nada lo que estamos haciendo con este mundo!.
4 comentarios:
Tocayo, tampoco me gusta lo que veo a mi alrededor a diario, ni en mi trabajo, ¿Que coño les va a quedar a los nuestros el día de mañana?....
No se viejo Cuervo, seguramente les quede algo muy feo.
Mi preocupación por el mañana es grande aunque no deje a nadie detrás. Aunque tambien es cierto que siempre se deja a alguien detrás. Quiero a los hijos de mis amigos como si fueran mios propios y ciertamente no me gusta lo que les dejaremos.
Me queda el consuelo de hace dos mil años pensadores griegos y romanos hacían similares reflexiones, espero que dentro de otros dos mil años se siga pensando lo mismo, lo que indicaría que no vamos tan mal.
Publicar un comentario